Todo el movimiento de izquierda y los revolucionarios coincidían en que Portugal era, en 1974-75, uno de los principales focos revolucionarios del mundo y, sin lugar a dudas, el eje de la revolución europea. Hubo un importante debate dentro de la Cuarta Internacional. En este trabajo Moreno polemiza con la dirección del SWP de los Estados Unidos y con la mayoría del Secretariado Unificado que encabezaba Ernest Mandel sobre la forma de desarrollar la revolución portuguesa y la revolución colonial.